Un amigo vuestro os dice que tiene un dragón en su garaje, seguro que la mayoría de las personas dirían primero que está loco, pero un científico no. El científico pediría a su amigo que le enseñase el dragón.
Una vez llegados al garaje vuestro amigo os dice que el dragón es invisible, no puede ser visto, oído y no tenéis ni idea de donde está para tocarlo, ¿Qué haríais?
Y en esto pierdo dos horas a la semana, en hacer supuestos y en intentar pensar como un científico lo haría. Vale, mi carrera es una carrera de sociales pero a pesar de todo se trata de una ciencia, no del tipo de ciencia de laboratorios, batas y experimentos, sino del tipo de ciencia compleja, la que estudia a las personas, sus relaciones, sus decisiones o incluso como sienten y piensan.
Pensareis que es más fácil tratar con personas que con células, átomos y experimentos y cálculos, PERO NO. Las ciencias más difíciles son las ciencias sociales por tres simples razones:
1-El objeto de estudio son las personas, el científico es una persona, por lo tanto, el cientifico tambien forma parte como objeto
2-Las personas pueden llegar a conocer el resultado o el proceso del estudio haciendo que una teoria fundamentada pueda ir al traste en poco tiempo, modificando los resultados que se obtendrían.
3-La experimentación es prácticamente complicada, no se suelen estudiar cosas tangibles, entornos que puedan ser reproducidos en el laboratorio porque, somos humanos, se supone que no debemos hacer algo que puede que nos perjudique o que atente contra los derechos.
Y todo esto viene al experimento del dragón. Un científico de verdad intentaría por todos los medios falsar esa teoría, hasta llegar a un punto de no retorno, pueden pasar meses, pueden pasar años, pero tarde o temprano llegaría a pasar que pudiéramos demostrar la existencia del dragón o que definitivamente fuera imposible, desde la visión de la realidad que tenemos, demostrar que nuestro amigo tiene razón y ese dragón se encuentra en su garaje.
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