Pretendes olvidar, pero¿Y si el no te deja?

viernes, 15 de noviembre de 2013

¿Qué es para mi la sociología?

Esta entrada será más larga de lo habitual, pero es que necesitaba soltarlo, que la gente lo leyera, motivar a las personas a estudiar las cosas que le gustan, no sé... quizás solo me sirve como desahogo, quizás es porque estoy orgullosa de lo que he escrito, o quizás es solo para presumir de lo que conozco. Sea lo que sea, allí va.

¿Qué es la sociología? Es la pregunta que me llevo haciendo desde que empecé la carrera. Cada día le doy vueltas y cuando consigo descifrar qué es, me llega un nuevo conocimiento que hace tambalear mi propia respuesta. Para mí la Sociología es algo que estoy tan acostumbrada a tratar que no busco una respuesta concreta. La sociología lo es todo.

Cuando mis amigos siempre me preguntan sobre qué va mi carrera, mi respuesta es siempre la misma: “Llevo casi tres años y aún no tengo ni idea de qué es o para qué sirve”. Respuesta que no es cierta, sino una manera de preservar mi pequeño secreto. Cada día, en cada contexto, estoy practicando la sociología, analizando mis entornos y las relaciones que entre ellos se forman, el mundo en su contexto y las comunidades y grupos en los que me inserto, las instituciones con las que me relaciono, etc. Mi conclusión, tras tres años de Marx, Weber, Durkheim y otros autores igual de importantes pero menos mencionados durante la carrera, es que la Sociología es algo intrínseco a la sociedad y, al igual que ella, nos rodea queramos o no.

Pero, si fuera solo eso, cualquiera podría practicar la Sociología. También hay que conocer una serie de técnicas, tanto cualitativas como cuantitativas, que nos ayudan a transformar la realidad que observamos en datos que puedan ser analizados y procesados para generar conocimiento teórico. Algunas de estas técnicas son la entrevista en profundidad, el grupo de discusión o la encuesta.

El problema de esta disciplina es la dificultad para separar el ámbito emocional del científico, ya que nuestro objeto de estudio es algo en lo que nosotros estamos insertados, además de ser un sujeto cambiante y al que nos podemos ver ligados emocionalmente. Hay una metáfora que lo explica bastante bien: “Las gafas del sociólogo”. Igual que hay personas que para leer necesitan ponerse unas gafas, cuando practicamos la disciplina, nos ponemos unas gafas que nos ayudan a ver la realidad más allá de lo que vemos cotidianamente. Es como si dejásemos de vivir en nuestra “ignorancia” cotidiana -ignorancia que ponemos en práctica para evitar esa carga emocional que le supone a una persona el pensarse a sí mismo- para ver con más claridad lo que nos rodea. Básicamente, es buscar los porqués a cuestiones que otros toman como algo de la realidad que no merecen la pena ser cuestionados. Es pensar, relacionar conceptos y buscar razones. Es abstraer términos reales hasta convertirlos en estudios. Es una ciencia con mayúsculas.

Para mí la Sociología es ponerle nombre a cosas que ya conozco. Por ejemplo: sé que consumir mucho y con mucha facilidad hace que se debiliten los valores; sé que en la sociedad hay algo que permanece y algo que cambia; sé que hay que saber elegir a las personas para hacer estudios y extraer resultados que puedan ser generalizados a grupos concretos… Pero gracias a la sociología tengo un plus, y puedo expresar mis conocimientos en un entorno académico y compararlo con los de los demás. Ahora todo lo anterior podría explicarlo de forma académica: que la tendencia al consumo masivo hace que nuestros valores tiendan a lo efímero; que la sociedad está dividida en dos partes, que son la estructura y la dinámica; que por medio de una muestra representativa en una encuesta pueden llegar a hacerse análisis sobre casi cualquier cosa; o que una entrevista a la persona correcta puede darnos una nueva perspectiva de un problema o fundamentar una investigación. Además ahora puedo hablar de muchos fenómenos sociales que antes notaba pero con información, e interesarme por nuevos ámbitos a los que no tenía acceso o desconocía. Soy capaz de extraer datos para argumentar mis posturas y de separarme de mi objeto de estudio por muy unido que esté a mí. Ahora soy capaz de analizar, con mayor profundidad, las relaciones en las que me inserto y ser más asertiva en mis comportamientos. Y aunque muchas veces me pare a pensarlo y sienta que la Sociología no me ha aportado nada nuevo a mi vida, si lo pienso mejor, veo que sí, que la ha cambiado y que ahora soy mucho más madura y eficiente a la hora de pensar por mí misma, llegar a mis propias conclusiones y no conformarme con las explicaciones de los demás.