A veces,
te me caes de la mente
con la indiferencia
de las hojas secas.
Y como ellas,
te alejas enredado
entre los flecos del olvido.
Y tambien a veces,
al igual que un aroma, incendia
subitamente un segundo,
me naces en la boca.
Y entonces,
por saborearte de nuevo,
te nombro muy,
muy bajito.
Me gustó el poema, sobre todo esta metáfora: "con la indiferencia de las hojas secas."
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