Pretendes olvidar, pero¿Y si el no te deja?
lunes, 28 de enero de 2013
Una mala noche, una mala semana, un mal mes y un muy mal año
No sabes lo que es que te partan el corazón tantas veces que ya no quieres sentir nada. No sabes lo que es que te pisoteen, te humillen y que encima no puedas decir nada. No sabes lo que es que te odie la persona que más debería quererte simplemente porque no haces lo que quiere, porque no eres un muñequito, quizás uno si, pero roto. No tienes ni idea lo que es despertar deseando no volver a pasar un día entre tantas mentiras, sintiéndote tan diferente a los demás que a veces crees que no eres de este mundo, sintiéndote tan mierda que no mereces ni ser pisoteada de nuevo...que solo existes por una broma macabra de Dios, el Karma o el estúpido Destino que no tenían otra cosa mejor que hacer que crearte. Si. A ti. La reina de los defectos. La musa del dolor. Pero lo peor no es toda esa tristeza ni todas esas lágrimas que escuecen, porque las lágrimas de verdad escuecen en el alma. Lo peor es que tienes razón, no sirves para nada, lo mejor es que desaparezcas sin dejar rastro. Lo que pasa es que eres tan egoísta que prefieres seguir aquí, haciendo daño, sintiéndolo todo y torturando a todos aquellos que se acerquen a ti. Lo siento, eres así y cuanto más dolor sientas, más te lo vas a callar, hasta que un día explotes y lo llenes todo de rencor. Que por cierto es el peor de los colores.
domingo, 27 de enero de 2013
Vacío existencial
Hoy me tocó perder, como siempre. ¿Será la cobardía o que las ganas de luchar se me van de las manos? No lo sé. No sé nada, no pienso en nada, me muevo por inercia hacia adelante... o por lo menos yo creo que esto es adelante. La pluma de desliza de nuevo a través del papel, transformando estas blancas páginas en palabras finitas que intentan, sin conseguirlo, describir lo infinito de mis sentimientos. Nostalgia, tristeza, dolor, no son más que palabras idiotas que no entienden nada. Pero esto no es lo peor. lo peor es que yo misma me creo que ellas son capaces de expresar este vacío cuando ni siquiera sé porque no está lleno.
lunes, 14 de enero de 2013
Las metas de una escritora frustrada
Siempre he creído que valía para ser escritora. En mi cabeza hay miles de historias peleándose por salir y arañando mi conciencia perezosa para ser escritas en miles de hojas de papel virtuales y físicas que de tanto ser arañadas por bolígrafos multicolores acaban llorando por los cajones de mi soledad o, como lo conocen mis padres, de mi cuarto. Y es que ser una escritora es muy duro.
No hablo de escribir para vender, ni siquiera de ser buena, sino de escribir por escribir. Cuando coges un ordenador, sueltas toda esa mierda que se te queda, a veces en la garganta, a veces en el corazón, y de repente es como si se volviera más real, como si te arrancases un trozo de tu alma para regalárselo a alguien, o a nadie, o a un estúpido cajón que no le importa nada que seas una fracasada, que te enfades sin motivos o que llores sobre las palabras que jamás le dirás a esa persona. Y es que escribir es un trabajo de negros, chinos o de personas con mucho tiempo libre. Como yo.
Así que mientras mi alma se rompe en pedazos, se esconde en otras almas y sufre en la oscuridad y el silencio de memorias RAM, memorias USB, memorias de idiotas y las memorias de todo lo que siempre he querido decir y nunca me atrevo, yo voy huyendo de mi realidad. Porque yo siempre he creído que valía para ser escritora, aunque como escritora no valga nada.
No hablo de escribir para vender, ni siquiera de ser buena, sino de escribir por escribir. Cuando coges un ordenador, sueltas toda esa mierda que se te queda, a veces en la garganta, a veces en el corazón, y de repente es como si se volviera más real, como si te arrancases un trozo de tu alma para regalárselo a alguien, o a nadie, o a un estúpido cajón que no le importa nada que seas una fracasada, que te enfades sin motivos o que llores sobre las palabras que jamás le dirás a esa persona. Y es que escribir es un trabajo de negros, chinos o de personas con mucho tiempo libre. Como yo.
Así que mientras mi alma se rompe en pedazos, se esconde en otras almas y sufre en la oscuridad y el silencio de memorias RAM, memorias USB, memorias de idiotas y las memorias de todo lo que siempre he querido decir y nunca me atrevo, yo voy huyendo de mi realidad. Porque yo siempre he creído que valía para ser escritora, aunque como escritora no valga nada.
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